domingo, 31 de octubre de 2010

Dúo Aller-Cicuttini


Una formación tradicional y genuina
En el primer período del tango, convencionalmente llamado “Guardia Vieja”, comprendido “a grosso modo” entre fines del ‘800 y el 1920, las primeras formaciones orquestales estaban constituídas por 3 o 4 elementos fácilmente transportables: tradicionalmente el trío Flauta, Guitarra (o arpa) y Violín. A inicios del siglo XX el bandoneón sustituyó a la flauta y el piano a la guitarra, inaugurando así la formación instrumental clásica de la orquesta de tango.
La guitarra encontró enseguida un lugar en un nuevo estilo de música que nacía hacia los años ’30, el “Tango Canción” cuyo principal exponente es Carlos Gardel. Los solistas eran cantantes que se hacían acompañar exclusivamente de guitarras. Estos grupos de guitarras a veces alcanzaban el número de 7 u 8 elementos, debido a la dificultad de amplificaciòn y al escaso volumen de la guitarra. La flauta, en cambio, después de la llegada del bandoneón fue llamada a silencio hasta fines del ‘900 cuando Astor Piazzolla, figura discutida y controversial, la llevó a la luz junto a otros instrumentos “revolucionarios” para el tango como el saxofón o la guitarra eléctrica.

Entre los mayores autores del primer perìodo se recuerdan Francisco Canaro, Roberto Firpo y Angel Villoldo, entre otros. Numerosos son los textos que nombran la flauta como instrumento tìpico “tanguero”: “Con flauta y guitarra”, “Milonga de las dos orillas” , “La chabona” , “Para la barra del tango”, “Pedro Milonga”, y “Trío de la Guardia Vieja” se pueden citar entre muchos otros. 
Para escuchar ingresar a: http://myspace.com/allercicu 

 

jueves, 28 de octubre de 2010

Adiós Néstor

Para Página/12

Néstor y lo que viene

Por Mempo Giardinelli


Escribo esto en caliente, en la misma mañana de la muerte anunciada de Néstor Kirchner, y ojalá me equivoque. Pero siento dolor y miedo, y necesito expresarlo.

Pienso que estos días van a ser feísimos, con un carnaval de hipocresía en el Congreso, ya van a ver. Los muertos políticos van a estar ahí con sus jetas impertérritas. Los resucitados de gobiernos anteriores. Los lameculos profesionales que ahora se dicen "disidentes". Los frívolos y los garcas que a diario dibujan Rudi y Dany. Todos ellos y ellas. Caras de plástico, de hierro fundido, de caca endurecida. Aplaudidos secretamente por los que ya están emitiendo mailes de alegría feroz. 

Los veremos en la tele, los veo ya en este mediodía soleado que aquí en el Chaco, al menos, resplandece como para una mejor causa.

Nunca fui kirchnerista. Nunca vi a Néstor en persona, jamás estuve en un mismo lugar con él. Ni siquiera lo voté en 2003. Y se lo dije la única vez que me llamó por teléfono para pedirme que aceptara ser embajador argentino en Cuba. 

Siempre dije y escribí que no me gustaba su estilo medio cachafaz, esa informalidad provocadora que lo caracterizaba. Su manera tan peronista de hacer política juntando agua clara y aceite usado y viscoso.

Pero lo fui respetando a medida que, con un poder que no tenía, tomaba velozmente medidas que la Argentina necesitaba y casi todos veníamos pidiendo a gritos. Y que enumero ahora, porque en el futuro inmediato me parece que tendremos que subrayar estos recuentos para marcar diferencias. 

Fue él, o su gobierno, y ahora el de Cristina:

—El que cambió la política pública de Derechos Humanos en la Argentina. Nada menos. Ahora algunos dicen que estar "hartos" del asunto, como otros criticaron siempre que era una política más declarativa que otra cosa. Pero Néstor lo hizo: lo empezó y fue consecuente. Y así se ganó el respeto de millones.

—El que cambió la Corte Suprema de Justicia, y no importa si después la Corte no ha sabido cambiar a la justicia argentina.
           
—El que abrió los archivos de los servicios secretos y con ello reorientó el juicio por los atentados sufridos por la comunidad judía en los '90.

—El que recuperó el control público del Correo, de Aguas, de Aerolíneas.
           
—El que impulsó y logró la nulidad de las leyes que impedían conocer la verdad y castigar a los culpables del genocidio.

—El que cambió nuestra política exterior terminando con las claudicantes relaciones carnales y otras payasadas.

—El que dispuso una consecuente y progresista política educativa como no tuvimos por décadas, y el que cambió la infame Ley Federal de Educación menemista por la actual, que es democrática e inclusiva.

—El que empezó a cambiar la política hacia los maestros y los jubilados, que por muchos años fueron los dos sectores salarialmente más atrasados del país.

—El que cambió radicalmente la política de Defensa, de manera que ahora este país empieza a tener unas Fuerzas Armadas diferentes, democráticas y sometidas al poder político por primera vez en su historia.

—El que inició una gestión plural en la Cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la Ciudad de Buenos Aires.
           
—El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones récord.

—El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.
           
—El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.
           
—El que con la nueva Ley de Medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.

—El que impulsó la Ley de matrimonio igualitario y mantiene una política antidiscriminatoria como jamás tuvimos. 

—El que viene gestionando un crecimiento económico de los más altos del mundo, con recuperación industrial evidente, estabilidad de casi una década y disminución del desempleo. Y va por más, porque se acerca la nueva legislación de entidades bancarias, que terminará un día de estos con las herencias de Martínez de Hoz y de Cavallo.

Néstor lo hizo. Junto a Cristina, que lo sigue haciendo. Con innumerables errores, desde ya. Con metidas de pata, corruptelas y turbiedades varias y algunas muy irritantes, funcionarios impresentables, cierta belicosidad inútil y lo que se quiera reprocharles, todo eso que a muchos como yo nos dificulta declararnos kirchneristas, o nos lo impide.

Pero sólo los miserables olvidan que la corrupción en la Argentina es connatural desde que la reinventaron los mil veces malditos dictadores y el riojano ídem. 

De manera que sin justificarle ni un centavo mal habido a nadie, en esta hora hay que recordarle a la nación toda que nadie, pero nadie, y ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el 46 y el 55, produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional.

A ver si alguien puede decir lo contrario.

De manera que menudos méritos los de este flaco bizco, desfachatado, contradictorio y de caminar ladeado, como el de los pingüinos.
           
Sí, escribo esto adolorido y con miedo, en esta jodida mañana de sol, y desolado también, como millones de argentinos, un poco por este hombre que Estela de Carlotto acaba de definir como "indispensable" y otro poco por nosotros, por nuestro amado y pobrecito país.
           
Y redoblo mi ruego de que Cristina se cuide, y la cuidemos. Se nos viene encima un año tremendo, con las jaurías sedientas y capaces de cualquier cosa por recuperar el miserable poder que tuvieron y perdieron gracias a quienes ellos llamaron despreciativamente "Los K" y nosotros, los argentinos de a pie, los ciudadanos y ciudadanas que no comemos masitas envenenadas por la prensa y la tele del sistema mediático privado, probablemente y en adelante los recordaremos como "Néstor y Cristina, los que cambiaron la Argentina". 

Descanse en paz, Néstor Kirchner, con todos sus errores, defectos y miserias si las tuvo, pero sobre todo con sus enormes aciertos. Y aguante Cristina. Que no está sola.
           
Y los demás, nosotros, a apechugar. ¿O acaso hemos hecho otra cosa en nuestras vidas y en este país? •
 sacado de http://www.pagina12.com.ar

domingo, 3 de octubre de 2010

"MÚSICA EN VIVO EN LAS MILONGAS" -Nota de la revista "Punto Tango" Nº 48 octubre- . Por Manuel González.


La milonga, el espacio donde bailamos los tangueros, en general no está diseñada para que toquen músicos. Prueba de ello es, que nunca hay equipos de sonido y tienen que alquilarlo cada vez que toca alguien. También es muy poco común ver un piano en ellas Y cuando pienso en esto, me da mucha tristeza ya que si se lo piensa bien, a diferencia del huevo y la gallina, sabemos que Primero fue el tango como música, luego los bailarines, para nacer mas tarde, las milongas. Creo yo que al perderse la tradición de que haya siempre músicos en vivo tocando es mucho mas difícil que el tango crezca en esencia. Quiero decir que puede llegar a crecer en popularidad y aumentar como fenómeno económico y turístico, pero figuras como Arolas, De Caro, Canaro, Di Sarli, Demare, Gardel, Caló, Salgán, Troilo, Pugliese; surgieron, crecieron y existieron porque había una demanda, una necesidad, un contexto, una corriente y un gusto por la música en Vivo, la gente los iba a escuchar, las radios los hacían sonar, la gente los quería bailar, los boliches y discográficas los querían contratar y hasta los cafetines podían tener músicos en vivo; el tango se respiraba vivo, real, actual, fresco, tangible y lleno de futuro; y no como un recuerdo recuperado del cual se ve cuanto jugo se puede sacar. Hoy que el tango resurgió, podemos ver que evoluciona como negocio, pero algo muy, MUY curioso es que Se ha perdido la tradición de los músicos en vivo en las milongas y por otro lado, hoy el Gobierno de la ciudad, atenta contra los pocos lugares que tratan de sobrevivir con música en vivo. Estas cosas que antes eran habituales, sugieren hoy, una preparación, análisis y enormes obstáculos a zanjar, que no debieran de existir, si realmente queremos que el género crezca sano y naturalmente. A veces me pregunto si sirve de algo que el tango se haya proclamado “Patrimonio de la Humanidad” (Recordar las Clausuras al Bar El Faro, Sanata Bar y en estos días al “Café Vinillo” -¡entre muchos!-). Entonces el objetivo de esta nota podría llegar a ser, crear conciencia de que el nacimiento, el resurgimiento y la vida misma del tango, como movimiento cultural (música, poesía, baile y fileteado) tienen como madre y padre a la música y los músicos, y si no, díganme porqué en todos lados, revistas, televisión, posters, afiches, stencils , remeras y más, los íconos indiscutibles del tango siguen siendo los músicos (piensen en Gardel, Pichuco, Pugliese, Piazzola) -y no los bailarines-.
Sin embargo, hoy en día, Los organizadores de milongas muy rara vez ofrecen mostrar música en vivo, y cuando esto ocurre y toca alguien en vivo, a veces las milongas aumentan entre un 20 y 30 % el precio de su entrada, haciendo que mucha gente que va solo a bailar o que no le guste la orquesta o con problemas económicos, se enoje por pagar de mas. Creo que las milongas deberían tener subvención o buscar la manera de que nunca se cobre mas x tener música en vivo. Y que los músicos pudieran tocar en Bares, Centros culturales, y todo espacio popular. También hay que señalar que difícilmente los organizadores pueden darse el lujo de la música en vivo, ya que el Gobierno de la ciudad persigue a los músicos, organizadores y al arte en vivo en general, poniendo trabas burocráticas y económicas “increíbles” para el desarrollo de Los espectáculos, y salones bailables con música en vivo: Habilitaciones complejísimas y costosísimas que necesitan Estudios de Impacto ambiental, Estudios de “área de protección histórica”, nichos hidrantes, seguridad, Bomberos, pintura ignifuga por todos lados,  planos de Incendio (además de los costos de pagos a Sadaic!) y un sinfín de cosas que terminan haciendo que solo los “Grandes empresarios”, puedan disponer de espacios “legalmente habilitados”. Logrando que los espacios Populares y Under (que son los que mas desarrollan el tango y cualquier arte libre) dejen de existir, y por ende, la saludable evolución de la música termina siendo machacada y disminuida, por utilizar al tango como comercio y no como identidad a cuidar y fomentar.
Obviamente creo que habilitaciones y controles de seguridad son Necesarios, pero parece que a partir de la TERRIBLE NEGLIGENCIA de CROMAÑÓN, todo control es tan prohibitivo, casi represor y que no deja posibilidades de mantener lugares culturales que no estén dentro del circuito COMERCIAL. Ya contando con esos controles brutales; a partir de la caída del Techo del gimnasio y el derrumbe del entrepiso del Boliche de Palermo -ambos habilitados-; Los controles e inspecciones, han pasado a algo histérico, sin razón, y que claramente no buscan la seguridad, sino dar una imagen de que tienen todo bajo la lupa y en control, dejando una sensación real de Persecución, y de que se busca “Prohibir” en vez de cuidar. Todo esto está instalando (sea o no intencional) “un miedo” hacia los que queremos difundir el arte y la cultura:
Una Anécdota: Hace varios meses, estábamos 9 personas al finalizar una clase de tango en una sala de ensayo del centro y uno de los Alumnos Guitarrista, nos propone tocar algunos temas para que bailemos con su música. Al terminar ese pequeño, íntimo y hermoso recital, la dueña del Lugar, nos informa que nunca más podremos hacer eso, ya que tiene miedo de que le clausuren el lugar y que la denuncien los vecinos por tener música en vivo. Esto no me lo contó nadie, esto me ocurrió luego de dictar una clase.
Entonces, que tipo de suelo le estamos poniendo al Tango para que baile en nuestros corazones? Que espacio tiene hoy el músico y el tango para crecer y para que en el futuro un pibe pueda ser un Pichuco o un Piazzola? Y para que nosotros podamos escuchar y bailar esa maravilla? Con toda Certeza, ese piso no es de roble de Eslavonia; mas bien arrima a adoquines con textura de cemento y lleno de miguelitos cada dos pasos.
Esto me hace recordar y pensar: Recordar una frase de Onetti que nombra Galeano:
“Mirá pibe. Si Beethoven hubiera nacido en Tacuarembó, hubiera llegado a ser director de la banda del pueblo”. Y pensar: Pensar por ejemplo en Carlitos Gardel; en qué pasaría si el viviera hoy teniendo 40 pirulos. Creo que si así fuera y si de Macri dependiera, Nuestro Zorzal en vez de brillar en el bar de Roberto, estaría Cantando en Zunga para el Programa de Tinelli y con Moria Casán de juez.
Pensemos por favor, qué estamos haciendo con la Cultura y lo que estamos permitiendo que suceda con ella, el tango es solo una de las partes afectadas, pero es un muy buen ejemplo ya que se supone que es parte de nuestra identidad, que nos enriquece espiritualmente y culturalmente -además de económicamente-. Atajemos el problema a tiempo, antes de que las milongas sean todas como “Señor Tango”. Y los músicos terminen en “Bailando por un mango”. (O yéndose del país, como muchos.)

Quisiera contarles que esta nota, trataba originalmente de La tradición de la música en vivo, y su estado actual, con consejos a  los músicos, los organizadores de milongas y público tanguero; en cuanto al funcionamiento de la música con  milongueros bailando. Pero justamente en el transcurso de la escritura, me fueron llegando mails, mensajes y noticias de varias clausuras, que me hicieron pensar que esta situación es urgente y que mi nota carecía de sentido si no quedan espacios con música en vivo. Asi que si la cultura sobrevive,  prometo pronto hablarles de lo que me quedó en el tintero. 

Manuel González
zozedurden@yahoo.com.ar
www.elamague.blogspot.com